lunes, 4 de marzo de 2013

8.- Ensayo Evolución histórica de la Evaluación


Ensayo:  Proceso histórico de la evaluación

“… evaluar es bueno, evaluar más no necesariamente es mejor”  (Martínez, 2012).

El presente ensayo, presenta de manera sucinta la evolución histórica que ha tenido la práctica evaluativa hasta lo que conocemos actualmente dentro del sistema educativo mexicano, para finalmente concluir con las reflexiones o retos sobre lo que implica no sólo el concepto, sino también la práctica de la evaluación.

Los referentes históricos mencionan que ya en la China imperial, ya hace más de tres mil años, se utilizaban procedimientos instructivos para seleccionar a los estudiantes. Entre los griegos y romanos se habla propiamente de exámenes de los profesores. Sin embargo, el tratado más importante de evaluación de la antigüedad es el Tetrabiblos, el cual se atribuyó a Cicerón.  Con el correr de los siglos, llegamos a la edad media, donde ya en las universidades se introduce la práctica de los exámenes con carácter más formal, e incluso algunos se realizaban de manera oral. En el Renacimiento se siguen aplicando procedimientos selectivos. Es en el siglo XVIII, al aumentar la demanda y el acceso a la educación, que se implementa la necesidad de comprobar los méritos de los estudiantes que ingresan y por ello se normativiza el uso de exámenes escritos. Durante el siglo XIX, se establecen los sistemas nacionales de educación y tras aprobar exámenes, obtienen sus diplomas de graduación; de ahí que surja la necesidad de un sistema que examine y compruebe la preparación específica, con el fin de satisfacer las demandas de una nueva sociedad jerárquica y burocratizada. En 1897, aparece la primera investigación evaluativa en educación: estudio de la ortografía.
El desarrollo de la evaluación ha sido producto de dos disciplinas: la psicología y la educación. A Ralph Tyler se le debe la creación del término evaluación y, el de assessment, utilizado para estimar el desempeño escolar, este autor es considerado el padre de la evaluación educativa porque ofrece una propuesta metódica de la misma.
Durante los años setenta aparecen otras aportaciones que definen nuevas concepciones evaluativas. Para analizar la evaluación en México, se proponen tres etapas:
La primera se da durante las décadas de los 70’s y 80’s: se realizan las primeras evaluaciones en educación primaria.
La segunda está marcada entre los 90’s hasta el 2002, se amplia el conjunto de instrumentos de evaluación. Y México, tiene sus primeras participaciones en pruebas internacionales.
La tercera etapa, comprende el 2002 y hasta nuestros días. En ella se presentan dos avances de importancia vital: en el plano político, la evaluación adquiere un papel estratégico, para la planeación y rendición de cuentas; dentro del ámbito institucional, se crea el Instituto Nacional para  la Evaluación de la Educación (INEE), así como la SEP comienza a realizar pruebas de aprendizajes de tipo censal en educación básica (ENLACE).
Tras este recorrido histórico, bien vale cuestionarse sobre el término ‘evaluación’, qué es y / o qué implica. El hablar de evaluación educativa no siempre implica el mismo significado, ya que no existe un solo tipo de evaluación. El término en sí, tiene que ir más allá de  la aplicación de pruebas o exámenes a los alumnos. Implica otros objetivos que superan la mera medición del rendimiento escolar con un examen; regularmente la evaluación es considerada como un mecanismo de control administrativo o de expresión de poder y dominio del maestro sobre sus alumnos, en cuanto debiera utilizarse como instrumento de medición de la eficacia del maestro, del alumno, del sistema y del entorno, y muy particularmente como un valioso recurso de reeducación.
La evaluación es un asunto importante en la escuela, junto con el conocimiento de la materia y la metodología para su enseñanza, constituye una especie de trilogía de fortalezas deseables en cada maestro.
Actualmente y debido a la Reformas educativas implementadas en nuestro país, existen razones objetivas para dimensionar la evaluación más allá de las funciones tradicionales y proponerlas como recurso que nos llevaría a disponer de otras opciones teóricas y metodológicas útiles tanto en la reflexión y superación del sentido y significado del fenómeno educativo. Sigue habiendo muchas actividades relacionadas con la evaluación educativa pero no una verdadera evaluación.
El reto primordial en estos momentos, sería el lograr una reconceptualización de lo que implica en sí el término evaluación, así como desarrollar una cultura de la evaluación entre todos los actores implicados que trabajando en conjunto se llegaría a superar la tradicional forma de evaluar y se respondería a los desafíos que la era del  conocimiento esta estableciendo: formar ciudadanos pensantes y comprometidos con su mundo. 


Fuentes:
Escudero. E. (2003). Desde los tests hasta la investigación evaluativa actual. Un siglo, el XX, de intenso desarrollo de la evaluación de la educación. RELIEVE: v. 9. N.1, Pp. 11-43. En http://www.uv.es/RELIEVE/v9n1/RELIEVEv9n1 1.htm

 Martínez F. La evaluación educativa en México: experiencias, avances y desafíos. En http://www.fmrizo.net/fmrizo_pdfs/capitulos/C%20047%202010%20Evaluacion%20Educativa%20en%20Mexico_FMR-EB%20COLMEX.pdf

Todd L. (2005) Evaluación educativa: origen, evolución y reflexiones. En reflexiones sobre la evaluación educativa. Pp. 8 – 17. En  http://www.caeip.org/docs/investigacion-pedagogica/reflexiones.pdf